miércoles, 13 de febrero de 2013

3.- ¿PUEDE SER ESPAÑA 'TOYOTISTA'?

(Escrito en Español)

Antes de comenzar, me gustaría explicar a qué nos referimos con el término “Toyotismo”. Es un concepto que aparece para definir al nuevo sistema de gestión y producción que sustituyó al 'Fordismo', creado a principios del siglo XX por Henry Ford, y que, hasta entonces, había sido el sistema de referencia a nivel mundial. Ford, se había dado cuenta de que, pese a la variedad de productores de automóviles existentes en ese momento en el  mercado, la oferta era insuficiente. Así, planteó un nuevo sistema basado en: producción en cadena; estandarización de productos (la especialización en un producto en concreto hacía que los costes de producción se redujesen); popularización del producto (había una mayor oferta de productos y esto hacía que el precio de venta pudiese ser menor) y establecimiento de salarios de eficiencia (se pagaba un plus a los trabajadores con el fin de fidelizarlos a la empresa). Como curiosidad, el Ford-T, era cuatro veces más barato que el resto de coches del mercado, y se pintaba siempre de color negro porque era la pintura que menos tardaba en secar, lo cual posibilitaba una venta más rápida.

Frente a todo esto, a principios de los años 70, aparece la figura de Taiichi Ohno. Como ingeniero de la fábrica japonesa de automóviles Toyota, recibe el encargo de dar un giro a la política de la empresa buscando una mayor eficiencia. Ohno, desarrollará un sistema conocido como 'Toyotismo'. Después de muchas observaciones diseña la base del nuevo sistema estableciendo las siguientes pautas: disminución de stocks en almacén (se trabaja sobre demanda con pedidos al proveedor según necesidad en el sistema llamado “Just in Time”); los trabajadores son flexibles y multifuncionales (son capaces de trabajar con la maquinaria y ayudar a resolver problemas de producción); se pueden fabricar gran variedad de productos; se trabaja con “nuevos conceptos” (Poka-Yoke, Kaizen,...); trabajo en equipo...

¿A alguien le suena todo esto?. A partir de los años 80, la sociedad occidental comenzó a mirar hacia Japón intentando encontrar la respuesta a esta pregunta: ¿Por qué el “método japonés” era mejor?. Y la respuesta fue adaptar ese método a Occidente. Y, en España, esto significó, entre otras cosas, promocionar el trabajo en equipo. Pero, como habíamos dicho antes, el método japonés no se basaba exclusivamente en el trabajo en equipo. Este sólo era una pieza más de un engranaje que funcionaba a la perfección en una sociedad como la japonesa en la que apenas se conocían los términos gorrón o escaqueo.

Y yo digo que es absurdo pensar que se pueden hacer este tipo de extrapolaciones. El trabajo en equipo, por ejemplo, no es mejor ni peor que el trabajo individual. Simplemente hay que ver en qué condiciones puede aplicarse. Además, aspectos como, por ejemplo, la necesidad de tener una gran coordinación con los proveedores; que cada trabajador deba ser responsable de la máquina con la que trabaja como si fuera propia; la creación de grupos de mejora (grupos de trabajadores que, voluntariamente, se reúnen fuera de los horarios de trabajo para discutir posibles mejoras en las tareas); etc. hacen pensar que es posible que este sistema no fuese muy apropiado para España.

Lo que realmente hizo Taiichi Ohno fue ver con qué piezas contaba y diseñar un sistema en el que esas piezas pudiesen encajar. Ohno no adaptó el “Fordismo” a Japón, creó un sistema nuevo basado en las particularidades del país, al igual que el “Fordismo” era un sistema creado a la medida de Estados Unidos.

Mi opinión es que no deberíamos suponer que los sistemas son universales o que por incorporar una serie de aspectos de un determinado sistema vamos a obtener un resultado óptimo. No podemos pensar que lo que se hace en Alemania, por ejemplo, podría ser aplicable a España. Cada cuestión tiene una solución, y, para encontrarla, debe hacerse un análisis individual de qué queremos mejorar y cómo lo podemos hacer, dejando a un lado soluciones fáciles aplicadas en otro tipo de contextos. Por eso, España debería investigar qué piezas tiene, qué objetivo quiere lograr y cómo puede conseguirlo. Debería analizar qué particularidades tiene y qué puede hacer para contar con un sistema productivo más eficiente. Y esto debería hacerlo a nivel de país, de sector e incluso de fábrica. ¿O no?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario