miércoles, 6 de febrero de 2013

2.- RECICLANDO, ¿POR QUÉ?

(Escrito en Español)

Desde hace unos años, la palabra “reciclaje” está constantemente en nuestra vida diaria. Tenemos contenedores azules, amarillos y verdes, y reciclamos todo tipo de productos: papel y cartón, vidrio, plástico, pilas, aceite usado, ... La mayoría de estos productos siguen un camino que comienza en nuestras casas  y va hasta las plantas de reciclaje, previo paso por los contenedores de reciclaje. En dichas plantas, se hace una separación entre la parte aprovechable y la parte que no lo es, y se realiza un tratamiento de los residuos. Incluso hay empresas de tratamiento de residuos, como es el caso de COGERSA (Consorcio para la Gestión de los Residuos Sólidos de Asturias) en Asturias, que aprovechan el metano (CH4) generado en el proceso para consumo propio de la planta, que se autoabastece de energía de esa manera. A priori, parece un método sencillo en el que tod@s salen ganando. ¿O no?. Pues vamos a hacer un rápido análisis a ver qué conclusiones podemos extraer.

Veamos, los “recicladores” tienen que hacer la separación de productos de una manera altruista, es decir, la única contraprestación que reciben es la satisfacción de que han actuado correctamente. Me refiero a que cuando, por ejemplo, van a comprar un paquete de folios reciclados, tienen que pagar el mismo dinero que paga una persona que no ha reciclado.

Por otra parte, los Ayuntamientos. Tienen que pagar a la empresa de tratamiento una tasa como contraprestación al servicio de recogida de residuos. Parte de esa tasa se la repercuten a los ciudadanos en forma de impuestos.

La empresa de tratamiento de residuos es el último eslabón en la cadena de reciclaje. Obtiene materia prima por parte de los “recicladores” y no sólo no tiene que pagársela, sino que cobra por recogérsela. La verdad es que hay empresas que trabajan con materias primas cuyo coste podría considerarse que es de 0 euros (empresas relacionadas con energías renovables, por ejemplo) pero este es un caso aún más curioso. ¿Se han preguntado alguna vez por qué no habrían de pagar estas empresas para obtener dicha materia prima?.

Volviendo al título del post: “Reciclando, ¿por qué?”. Creo que ya pueden hacerse una idea de por dónde va a ir ahora mi razonamiento. Como hemos dicho anteriormente, el reciclaje es una cadena, por lo que si falla un eslabón la cadena se rompe. ¿Qué ocurriría si un día los “recicladores” considerasen que no merece la pena reciclar porque su utilidad no aumenta cuando lo hacen?.¿Hay algún motivo, cuestiones éticas aparte, para que esto no llegue a ocurrir algún día?. Posiblemente esto esté relacionado con el cambio de política que se está llevando a cabo en el tema del reciclaje desde hace pocos años. Así, lo que empezó siendo una manera altruista de colaborar con la protección al medio ambiente, se ha acabado convirtiendo en algunos casos en “algo más”. Me refiero al caso de, por ejemplo, el Ayuntamiento de Madrid. Dicho Ayuntamiento establece multas a los ciudadanos, o a las comunidades de vecinos en caso de que no se identifique al infractor, que pueden llegar hasta los 750 euros, reservándose el derecho a realizar la investigación oportuna con el fin de saber quién no ha reciclado de manera correcta.

Y yo me pregunto, ¿hemos empezado con algo voluntario que se acabará convirtiendo en algo obligatorio?. Posiblemente sí. Con toda seguridad acabaremos con un sistema parecido al que tienen en Bélgica, donde se establecen diferentes tipos de residuos que deben ir en bolsas amarillas, verdes, azules, moradas o blancas, según el producto que tengamos que reciclar. Bolsas especiales que han de comprarse en supermercados. Además, se depositan en la calle, no en contenedores, una o dos veces por semana. Desde el punto de vista económico quizá sea un sistema justo, porque se penaliza a quien más residuos genera.

Si lo que queremos en España es que el sistema funcione, ¿por qué no planteamos medidas como establecer unos “bonos de reciclaje”?. Podría llevarse algún tipo de control sobre la cantidad de basura que recicla cada individuo y generarle descuentos proporcionales a dicho reciclaje. ¿Sería esto tan descabellado?.

4 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo contigo. Se hace negocio a costa del voluntariado de los que reciclamos. Además se utiliza a personas discapacitadas para la "selección" de residuos en las plantas de tratamiento, con lo cual los costes por trabajador son menores. Todo redondo.

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    1. Gracias por el comentario. Pues sí, supongo que a las empresas de tratamiento de residuos lo único que les interesa es maximizar beneficios. Y me temo que la situación para l@s ciudadan@s sólo va a cambiar para ir a peor.

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  2. Muy interesante la reflexión, en mi opinión o a alguien no está capacitado para pensar o no le interesa pensar en una alternativa, casi me inclino por la segunda opción. Yo personalmente me enamoré de los simple e inteligente que es el sistema belga de recogida selectiva es una solución simple y elegante al problema de la motivación en la recogida selectiva así como en ser justo con con ciudadanos más cívicos. Para el que no lo conozca es muy sencillo vas al super y compras tu bolsa para latas y vidrios, para envases o para residuos orgánicos (o lo que a ti te de la gana). Que no quieres reciclar pues todo a la bolsa negra (de los orgánicos) ahora bien esta bolsa cuesta 3 veces más que las de las latas o envases. Que metes cosas que no debes en las bolsas de las latas o los envases pues no te las recogen (y como son trasparentes pueden ver lo que hay sin problema).
    con lo que al final:
    - Pagas proporcionalmente a la basura que generas. Si generas poca basura consumes pocas bolsas y por tanto pagas poco por el servicio.
    - Motivas las conductas cívicas y puedes exigir al que selecciona ya que está obteniendo un beneficio. Reciclar es más barato (las bolsas son más baratas). No reciclas correctamente no te recogen la basura (el feedback es semanal). Compactar las latas ahorra energía a los recicladores, pero al usuario también le ayuda a meter más latas en la bolsa.
    Si mañana propusiesen un sistema similar yo sería uno de sus mayores defensores, es racional, justo y realmente ayuda a que sea sostenible y no soy ningún tipo de taliban de los temas verdes.

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    1. Gracias por el comentario. El sistema belga me parece interesante porque se hace una diferenciación entre los que reciclan y los que no reciclan. Se premia las actuaciones de los primeros haciendo que reciclar sea más atractivo, pero sin que exista una coacción. Además, las personas que reciclan perciben un beneficio frente a las que no reciclan.

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